La señora Durrell es una vieja loca que habla sola, irreverente, impredecible y deslenguada; se levanta muy temprano todas las mañanas; exprime tres naranjas, se sirve una taza de té y unta una tostada con mantequilla y mermelada; descorre las cortinas y empieza a abrir ventanas. Entonces se pone a elucubrar y a ver las cosas claras. "El mundo es una casa oscura llena de trampas, que se haga la luz para que nadie caiga..." Casimira Durrell XLIII Se hizo de repente la noche en medio de una clara y luminosa mañana perdimos inocentes la brújula el Norte ahora quién nos lo señala dijeron llamarla Democ...