Si los ojos de aquella sombra hubieran estado vivos, habrían abrasado el espacio
alrededor de aquel rincón oscuro, pero solo proyectaban una luz residual
reflejada en las pupilas muertas y vidriosas de una criatura disecada, comida
por el polvo y el abandono, matando así toda esperanza de infundir el más mínimo
terror.
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