No hay nada como elegir bien lo que comemos, controlar las calorías, cuidar la microbiota. Ahora, que si hay un tejemaneje entre China y Taiwán, o con Rusia, Estados Unidos mediante, Europa por ahí anda. Que si a la espera de un mal rayo solar que nos parta. La chía, la espirulina y el kale, superalimentos que no deberían faltar nunca, alguna que otra pandemia tampoco está mal. Los listillos jugándoselo todo al monopoly: aparta que todo eso es mío, billetes uno encima de otro, y bombas, que este juego va en serio; los demás, a correr, y a barrer los céntimos hacia adentro; y a correr. El tofu, superalimento. Equilibrar proteínas y carbohidratos, y beber agua; beber agua porque si no nos secamos, nos da dolor de cabeza y nos afecta al riñón, nos morimos. Si nos cae una bomba, nos morimos. Si no comemos, nos morimos. Si nos gasean, nos morimos. Si nos fusilan, nos morimos. Si nos congelamos, nos morimos. Bueno, de una manera o de otra, al final, siempre nos morimos, luego ya está en