¡Besémonos! Se dijeron mutuamente entre las pilas de inmundicias, sobre los charcos pestilentes, rodeados de cloacas de poder; sobreviviendo bajo los escombros de una civilización que ya sólo los reconocía como vagabundos del sistema, como parias alienados, esclavos de la sumisión... Y se besaron, contradiciendo las absurdas leyes establecidas, con el único objetivo de volver a sentirse humanos, aunque fuera por última vez. Ana Tomás García @anniebuonasera