Porque a mí también me aflora la vena cursi de vez en cuando y se me escapan criaturas como esta, que huye despavorida buscando las teclas correctas para verse impresa, antes que mi soberano ramalazo maldito la arroje al más cruel de los olvidos... y como ya os dije que quedábamos para otro día... pues eso. Que no hubo camino que alejara mis pasos que no hubo nieblas que erraran mi destino que se abrió límpido el horizonte en mi sino persiguiendo tus huellas de hombre perdido que te hundiste en mi carne que te fundiste conmigo que nos quisimos solos sin que hubiera testigos que no habrá tormenta ni mar enfurecido disolviendo nuestra calma procurandonos enemigos que eso sea amor yo no lo digo solo voy a decirte quiero estar contigo. Ana Tomás García