Ir al contenido principal

UN RUMOR DE OLAS...

     


  Un rumor de olas me sosiega
Grimsby
en la noche inquieta de la pesadumbre.
No es más que la evasión de mi mente,
al creer que el mar ciertamente existe
en el interior de una infinita caracola.

  Y asida cual teléfono imaginario,
hago llamadas a un número inexistente,
aguardando a que me conteste
el salitre, la brisa, la espuma, el rompeolas...  


                              Ana Tomás García



Liverpool




Whitby




Tynemouth



Rhyl







Comentarios