Las vallas de madera henchidas de lluvia humean clamorosas en esta mañana soleada de tregua. Luce con intensidad el azul de un cielo permanentemente escondido tras la permanente niebla y grita silenciosa una primavera que lenta se aposenta en cada brizna, en cada yema, en cada hoja... Brilla el sol, hay un resplandor en la hierba.
Ana Tomás García
Las imágenes son preciosas...
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María, una mañana preciosa las inspira. Un beso.
Eliminar!!!Que calidez¡¡¡ ... que gustito de sentir el calor del sol en el rostro despues de un largo invierno.
ResponderEliminarUn beso.
Cierto, y se agradece tanto después de tanto frío... Un beso.
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