Un lápiz ha caído en un charco,
tinta roja de un océano humano,
flota silencioso como resto de naufragio
de una batalla oscura que se está librando.
El infierno, algunos quieren desatarlo
bajo mandatos divinos amparados.
Mas permanecerá su poder intacto
perfilando nuevos sueños
en el trazo libre de otra mano.
No será del miedo pasto,
no será un soldado caído en vano.
Ana Tomás García
Comentarios
Publicar un comentario