Ir al contenido principal

DEJARSE IR



Dejarse ir,
como un pájaro cauto de repente asilvestrado;
desgarrando los nubarrones con el pico del ave rapaz,
planeando dichoso por los aires mientras tanto...

Dejarse ir
como la ráfaga violenta que irrumpe en mitad de una brisa incierta;
levantando del suelo las hojas, de la cabeza el sombrero,
el vuelo impúdico de las faldas, la ropa del tendedero...

Es así,
un dejarse ir libre sin cadenas que coartan,
como el ir y venir de las olas que nadie para,
cometiendo el delito de no esperar un mañana...


Ana Tomás García







Comentarios

  1. Al final me vais a hacer leer poesía, y mira que soy duro para ella, pero sí, de vez en cuando hay que dejarse ir, navegar el aire y que entre nuevo oxigeno en la mente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es magnífico Ximens, quiere decir que hemos tocado una fibra sensible que estaba por ahí dormida jjj. Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario