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CUANTA MENOS LUZ...



     Hace mucho tiempo nos apagaron la luz. No así como estáis pensando, de un golpe, no. Poco a poco, para ir acostumbrándonos a una oscuridad troglodita en la que una simple llama es suficiente para llevar a cabo las tareas más elementales: Nacer, desarrollarse, producir, reproducirse, producir, sufrir, temer, producir, producir, producir, agotarse y morir. Nos han apagado la luz para olvidar, precisamente, que teníamos luces individuales que usábamos para guiarnos como colectivo poderoso y defendernos ¿Recordáis aquello de: La unión hace la fuerza?¿Qué vais a recordar si estamos sumidos en una lóbrega negrura?
     A veces sueño con un montón de gente caminando hacia un faro por un camino tortuoso lleno de fango. Se lamentan de no tener luces pero en vez de seguir el sendero embarrado, se distraen con luciérnagas efímeras que los pierde por mitad de un inmenso campo.
     Está claro, cuanta menos luz, más perdido estará el rebaño.



                                                            Ana Tomás García




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